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  • Si consideramos el estado incipiente

    2019-05-09

    Si consideramos el estado incipiente de la discusión alrededor de este concepto emergente, veremos que un análisis cualitativo más detallado de los textos constitucionales resulta bastante prometedor.
    Bolivia En el caso boliviano, buen vivir aparece como parte esencial de la refundación del Estado, como se anuncia en el preámbulo: Este nuevo Estado está basado y guiado por nuevos principios y valores, como la soberanía, la solidaridad y la equidad en la distribución y redistribución del producto social, y sobre todo se basa en la “búsqueda del vivir bien” (preámbulo), que es uno de varios nuevos principios éticos-morales, que se presentan en lenguas indígenas: El concepto vivir bien viene originalmente de la expresión aymara suma qamaña, parecida A-366 sumac kawsay en quechua. Combina la idea del bienestar material con la coexistencia social pacífica y el apoyo y solidaridad mutua. El que vive bien, el suma qamiri, no es A-366 el rico sino el que comparte: “El suma qamiri pasa a ser el que vive y convive bien, porque es acogido por todos y sabe acoger y colaborar a todos con lo poco o mucho que tiene. En cierta manera ya no puede darse individualmente sino sólo en y con un grupo social mayor”. El vivir bien resulta entonces ser una especie de meta-valor (al que otros valores más comunes deben supeditarse, como los de igualdad, inclusión y equidad social). Incluso el sistema educativo y el nuevo modelo económico deben ser guidados por el principio del vivir bien. El texto constitucional deja también algunas pistas contextuales sobre el vivir bien, especialmente en el Título I sobre la organización económica del Estado, aunque no ofrece una definición precisa: no parece ser un concepto rígido y estático, sino algo flexible que los bolivianos están convocados a buscar continuamente “búsqueda del vivir bien”, se caracteriza por tener “múltiples dimensiones” y se vincula con la “mejora de la calidad de vida”. También parece expresar y contener los intereses colectivos, como complemento de o contrapeso a los intereses individuales, en particular en el marco de una economía plural: “La economía social y comunitaria complementará el interés individual con el vivir bien colectivo”.
    Ecuador El buen vivir en la Constitución de Ecuador tiene connotaciones diferentes. Inicialmente, como en Bolivia, aparece en el contexto de la renovación (aunque no: refundación) del Estado: “Nosotras y nosotros, el pueblo soberano del Ecuador […] decidimos construir una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay”. El buen vivir está asociado también con la sabiduría y filosofía ancestral, el término quechua sumac kawsay es empleado como su sinónimo. Sumac kawsay forma parte de las reivindicaciones históricas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (conaie) y se planteó básicamente como crítica a vascular cambium una economía de acumulación desenfrenada: “El objetivo y los principios de la economía no deben ser la rentabilidad, sino el bienestar humano, el vivir bien el sumak kawsay. La economía es sólo una herramienta al servicio de la comunidad.” En esta propuesta, la Asamblea Constituyente plantea el sumac kawsay como principio ético, basado en la reciprocidad y promovido por las comunidades. El texto constitucional integra finalmente algunos aspectos de la propuesta, pero no propone una definición exacta. El uso relativamente recurrente de este concepto y la existencia de un capítulo específico sobre derechos del buen vivir nos permite intuir su alcance y significado original. En primer lugar, el capítulo sobre Derechos del buen vivir establece una serie de derechos económicos, sociales y culturales, como “el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir” El espectro de temas que abarca el capítulo del buen vivir es incluso mucho más amplio, ya que incluye dos capítulos (Inclusión y equidad; Biodiversidad y recursos naturales) y secciones sobre temas muy diversos. El énfasis del capítulo reside en la educación, como área prioritaria y como condición indispensable para lograr el buen vivir, y en la salud, un derecho garantizado por el Estado.